Como ya os conté, tenemos creencias alojadas en el cuerpo y son las más antiguas, se alojan en nuestras fascias y musculatura creando tensiones y se expresan en forma de respiración entrecortada, de posturas, que autosabotean nuestra vida, ahora vais a aprender a localizar algunas de ellas y os voy a enseñar como trabajar con ellas.
PASO 1: AUDIO Y OBSERVACIÓN
1.Toma papel y boli.
2.Toma una respiración profunda y exhala todo el aire, cierra los ojos y escucha este audio mientras pones la atención en tu cuerpo, observa cualquier tensión, nudo, sensación o cambio de temperatura que se manifieste en tu cuerpo con cada frase que leo y apunta la frase en tu papel.
PASO 2: TRANSFORMACIÓN
1. De todas las creencias que has apuntado, empieza a trabajar con una de ellas, puedes trabajar con la más intensa o con la que te dicte tu intuición, no lo pienses demasiado.
2.Cierra los ojos e Imagina que esa sensación es un objeto, un símbolo, una imagen, un fenómeno meteorológico, y la ubicas en el lugar de tu cuerpo en el que se manifiesta esa creencia.
3.Mientras observas el símbolo interactúa con él de modo amoroso, y transfórmalo en algo más positivo en tu imaginación (con ojos cerrados)
Por ejemplo: si es un nudo puedes de un modo suave y lento ir deshaciendo este nudo y construir un corazón, mientras sientes como van surgiendo cambios a nivel corporal.
PASO 3
1.Pregúntate, “¿Qué necesito? La respuesta podría ser, “Me ayudaría sentirme apoyado” o “Me ayudaría sentirme seguro” Transforma esta frase en una creencia nueva, por ejemplo, “Estoy seguro” o “Soy amado”,
2. Mantén esa frase junto con la imagen transformada en tu mente y la sensación que provoca esta nueva creencia, durante unos minutos.
PASO 4
Repite esta imagen, sensación y frase durante un mes por la mañana y noche.
Muchas veces nuestro cuerpo sostiene esas creencias limitantes, porque no sabe como se siente la creencia potenciadora