Este año ha sido intenso, con momentos buenos y no tan buenos. ¿Pero qué hacemos con los rencores y resentimientos que hemos acumulado? Hoy voy a dedicar este post al perdón, quiero compartir contigo claves prácticas para despedir el año perdonando, porque el perdón no es para los demás… es un regalo que te haces a ti mismo.
El rencor es como cargar una mochila llena de piedras: pesa, duele y te frena. La ciencia nos dice que el resentimiento afecta no solo nuestra salud mental, sino también física: aumenta el estrés, afecta el corazón y hasta puede debilitar el sistema inmunológico.
«Cuando perdonamos, no cambiamos el pasado, pero sí liberamos nuestro futuro». Perdonar no significa justificar lo que te hicieron ni minimizar el daño. Significa soltar el control que esa situación tiene sobre ti.
- Reconoce tus emociones:
- Pregúntate: ¿Qué siento exactamente? ¿Rabia, tristeza, frustración?
- Escríbelo. A veces, poner en palabras lo que sientes es el primer paso para soltarlo.
- Entiende que el perdón es un proceso:
- No necesitas hacerlo todo hoy. Comienza dando un pequeño paso: decir «Quiero perdonar».
- El perdón no se siente al principio, pero se decide.
- Pon límites saludables:
- Perdonar no significa que debas volver a acercarte a alguien que te hirió. Puedes soltar el rencor sin permitir que esa persona continúe en tu vida.
- Haz un ritual simbólico:
- Escribe una carta expresando todo lo que sientes hacia esa persona o situación. Después, quémala o rómpela como símbolo de liberación.
- Cierra con gratitud:
- Busca algo que aprendiste de esa experiencia, incluso si fue difícil. El agradecimiento es un antídoto para el resentimiento.
Gracias por estar aquí, ¡te deseo un fin de año lleno de paz y un 2025 maravilloso! he grabado un video sobre el tema
De Beatriz Gomáriz para Busco un Cambio