LEE EL ROSTRO DE TU CLIENTE

En el mundo del coaching, una de las herramientas más sutiles y poderosas para comprender a nuestros clientes es la lectura de rostros, puede brindarnos pistas sobre el carácter, las emociones y las inclinaciones de una persona, ayudándonos a adaptar nuestras técnicas de coaching a sus necesidades únicas.

El rostro se divide en dos mitades verticales y tres zonas horizontales, y cómo la predominancia de cada una puede ofrecer información valiosa para personalizar el enfoque en cada sesión de coaching.

La División Vertical: Hemisferios Derecho e Izquierdo

El rostro se puede dividir verticalmente en dos mitades, cada una asociada con diferentes aspectos de la personalidad y la forma en que la persona interactúa con el mundo.

  • Lado Izquierdo del Rostro: Este lado se considera el “lado más íntimo. Refleja las emociones y sentimientos más profundos y personales de la persona. Es el lado que muestra su mundo interior, sus vulnerabilidades y su yo auténtico.
  • Lado Derecho del Rostro: Este lado está relacionado con la «parte social» o «exterior». Es el lado que utilizamos para presentarnos al mundo, mostrando nuestros roles sociales y cómo queremos que los demás nos perciban.

En la Práctica de Coaching

Para comprender mejor a nuestros clientes, es útil observar cuál de los dos lados parece más predominante o más expresivo. Si, por ejemplo, el lado izquierdo es más notable (quizás por una ligera inclinación o características faciales más definidas), la persona puede ser más sensible, reservada y emocionalmente orientada. En estos casos, el coach puede optar por un enfoque más empático y de apoyo emocional, creando un ambiente de confianza donde el cliente se sienta seguro para explorar su mundo interno.

Por otro lado, si el lado derecho del rostro predomina, es probable que el cliente sea más racional, orientado hacia el logro y enfocado en la forma en que es percibido socialmente. Aquí, el coach puede adoptar un enfoque más estructurado, orientado a objetivos y resultados, ayudando al cliente a identificar y alcanzar metas tangibles.

2. La División Horizontal: Zonas Superior, Media e Inferior

La división horizontal del rostro en tres zonas —frente, ojos y nariz, y boca y mentón— también revela mucho sobre las tendencias naturales de una persona. Cada área está asociada con una función específica:

  • Zona Superior (Frente): Esta área está relacionada con el intelecto, los pensamientos y la creatividad. Una frente amplia o muy marcada sugiere a alguien con un enfoque mental fuerte, interesado en el aprendizaje, la planificación y la reflexión.
  • Zona Media (Ojos y Nariz): La zona media refleja las emociones y cómo la persona se relaciona con los demás. Los ojos y la nariz, que forman esta región, muestran cómo una persona experimenta y expresa sus sentimientos, así como su capacidad para interactuar con el mundo de forma emocional y social.
  • Zona Inferior (Boca y Mentón): Esta área se asocia con la voluntad, la acción y la determinación. Un mentón definido o una boca expresiva pueden indicar una fuerte inclinación hacia la acción, la autoexpresión y la perseverancia para alcanzar objetivos.

Cómo Tratar a Cada Persona Según Su Zona Predominante

En el coaching, la observación de cuál de estas tres zonas es predominante en el rostro de un cliente puede ser muy útil para adaptar las estrategias y técnicas:

  • Predominancia de la Zona Superior (Frente): Si esta es la zona más destacada, el cliente puede ser una persona muy intelectual, analítica y reflexiva. En este caso, el coach puede trabajar en técnicas de pensamiento crítico, planificación y objetivos a largo plazo, alentando al cliente a aprovechar su capacidad de análisis para explorar soluciones detalladas y creativas a sus desafíos.
  • Predominancia de la Zona Media (Ojos y Nariz): Un cliente con una zona media predominante puede ser más emocional y social, alguien que valora las relaciones y busca la armonía en sus interacciones. Para estos clientes, el coach puede enfocarse en la gestión emocional, la empatía y las técnicas de comunicación asertiva, ayudándoles a comprender mejor sus emociones y a fortalecer sus habilidades de conexión interpersonal.
  • Predominancia de la Zona Inferior (Boca y Mentón): Si la zona inferior del rostro es la más pronunciada, el cliente tiende a ser más determinado y orientado a la acción. En estos casos, el coach puede aplicar técnicas orientadas a resultados, con un enfoque en la fijación de metas claras y estrategias de ejecución. Esto ayudará al cliente a canalizar su energía hacia la acción efectiva, superando obstáculos y manteniendo la motivación en su camino hacia el éxito.

Conclusión

La lectura de rostros es una herramienta sutil, pero poderosa, en el ámbito del coaching. Al comprender tanto la división vertical como la horizontal del rostro y las características predominantes en cada cliente, los coaches pueden adaptar sus técnicas de manera más precisa y efectiva. Esta observación detallada y empática no solo permite una conexión más profunda con el cliente, sino que también facilita la creación de un enfoque de coaching altamente personalizado que maximiza el potencial de crecimiento de cada individuo.

En el coaching, cada detalle cuenta. La observación del rostro es una de esas herramientas que, aunque aparentemente sencilla, aporta un valor inmenso al proceso. Al final, la clave está en recordar que detrás de cada rostro hay una historia, un conjunto de emociones y una voluntad de crecimiento que el coach tiene el privilegio de guiar y potenciar.

Te dejo un video sobre este tema, Suscríbete a mi canal.

De Beatriz Gomáriz para Busco un Cambio