Cómo Dejar de Ser Invisible, Hazte Notar

¿Alguna vez has sentido que, a pesar de estar rodeado de gente, nadie te ve? Que tu presencia pasa desapercibida, como si fueras invisible. No estás solo, es una sensación más común de lo que piensas. Sin embargo, la buena noticia es que ser invisible es algo que podemos cambiar con algunos ajustes en nuestra postura, actitud y hasta en la forma en la que nos vestimos.

Cuando nos sentimos inseguros o incómodos, tendemos a encogernos: cruzamos los brazos, nos hacemos pequeños y evitamos ocupar demasiado espacio. Pero este hábito, aunque sutil, envía un mensaje claro de que no queremos ser vistos. Para cambiar esto, empieza a expandir tu presencia física. No se trata de ser dominante o exagerado, sino de moverte y estar de una forma que transmita que tienes derecho a estar ahí, igual que todos los demás. Este pequeño cambio en tu postura puede tener un gran impacto en cómo te perciben los demás.

Muchas veces, sin darnos cuenta, nos escondemos detrás de objetos: mesas, columnas, muebles, incluso personas. Nos colocamos en rincones y evitamos los espacios abiertos donde podríamos ser más visibles. Esto refleja inseguridad y, de alguna manera, refuerza la sensación de invisibilidad..

¿Alguna vez has usado ropa con demasiados detalles, accesorios o capas que te hacen sentir atrapado? La ropa complicada puede hacer que te sientas incómodo, y si no te sientes cómodo, será más difícil proyectar confianza.

Opta por prendas sencillas y cómodas, que te permitan moverte libremente. Cuando tu ropa se siente bien en tu cuerpo, es más fácil mantener una postura abierta y segura. Además, la simplicidad en la vestimenta puede ayudarte a proyectar una imagen más clara y atractiva.

El negro es un color elegante, pero también es el más usado por quienes prefieren no destacar. Si estás buscando dejar de ser invisible, es hora de experimentar con tonos más brillantes. Los colores vivos no solo atraen la atención de quienes te rodean, sino que también pueden influir en cómo te sientes contigo mismo. Estos tonos pueden ayudarte a proyectar una energía más vibrante y atractiva, haciendo que sea más difícil que pases desapercibido.

Finalmente, para integrar todos estos cambios, la clave está en la práctica. Párate frente al espejo y empieza a experimentar. Observa cómo se ve tu postura cuando te encoges, y luego prueba a expandirte. Fíjate en el impacto de los colores que usas y cómo te sientes con ellos.

Mira cómo cambia tu imagen cuando adoptas una postura más erguida, cuando mantienes los hombros relajados y te das permiso de ocupar más espacio. Practicar frente al espejo te ayudará a tomar conciencia de tu lenguaje corporal y a sentirte más cómodo proyectando una presencia más

fuerte y visible.

Beatriz Gomáriz para Busco un Cambio

Te dejo un video de mi canal, donde hablo de esto de un modo más profundo: