Nuestro cuerpo nos muestra lo que sentimos y lo que pensamos incluso de modo inconsciente: expresa todo eso de lo que tú no te das cuenta.
Nuestra intuición corporal es una especie de ‘sabiduría rápida’, como un radar que te dice algo antes de que lo entiendas con palabras, en su lado más extremo podemos experimentar dolor de estómago ante situaciones incómodas pero ¿sabéis porque es tan extremo? porque te lleva avisando durante mucho tiempo con señales más leves a las que no has prestado atención.
En esta ocasión te voy a enseñar como leer los diferentes ejes de tu cuerpo.
LOS EJES CORPORALES

Eje Vertical: Es la línea que va de la cabeza a los pies. Nos ayuda a mantenernos erguidos y centrados. Cuando estamos alineados con el eje vertical, solemos sentirnos más seguros y equilibrados.
es clave cuando se trata de intuición y percepción de la seguridad. Piensa en un momento en el que te sientes seguro o en control: tu postura es erguida, tu cabeza está alta y tus hombros relajados. Estar alineado en este eje puede activar una intuición de seguridad; tu cuerpo está preparado y presente
Sin embargo, cuando algo te hace sentir vulnerable, puede que sientas una leve inclinación hacia adelante o hacia abajo. Esto es una señal de que tu cuerpo está percibiendo algo que te hace dudar. Así que una pista clave aquí es observar tu alineación en el eje vertical: si te sientes confiado y estable, es más probable que la situación sea segura. Pero si sientes que te encorvas o pierdes altura, algo en tu intuición te está pidiendo precaución.»
Eje Sagital: Va de adelante hacia atrás, desde el pecho hasta la espalda. Este eje define cómo nos presentamos al mundo y nuestra apertura hacia los demás. Es clave para entender si estamos listos para conectar o si estamos a la defensiva.
El eje sagital es como nuestro sensor de apertura y receptividad. Cuando nos inclinamos ligeramente hacia adelante en una conversación, estamos físicamente mostrando interés, lo que también implica una apertura emocional. Nuestra intuición percibe que la situación es segura y abierta.
En cambio, si te inclinas hacia atrás o echas tu peso hacia el eje posterior, puedes estar protegiéndote, cerrándote. Es algo que hacemos cuando estamos en una situación tensa o frente a alguien que nos resulta amenazante. Así que en tus interacciones, fíjate en este eje: si notas que tu cuerpo se repliega hacia atrás, tal vez tu intuición te esté avisando de algo incómodo. Si, en cambio, sientes que el eje sagital se extiende hacia adelante, tu intuición te dice que la situación es abierta y fluida.»
Eje Horizontal: Va de un hombro al otro. Es el eje que nos da equilibrio lateral y tiene que ver con el control de nuestros límites personales, en particular cómo aceptamos o rechazamos energías externas.»
«El eje horizontal tiene mucho que ver con nuestros límites y nuestro espacio personal. Cuando este eje se extiende, con los hombros hacia afuera, nos sentimos abiertos y listos para recibir a los demás. Es una postura que denota confianza.
Sin embargo, si este eje se contrae, con los hombros encogidos o hacia adelante, el cuerpo te está diciendo que necesitas protegerte. Es una respuesta intuitiva cuando sentimos que alguien puede estar invadiendo nuestro espacio o nos hace sentir inseguros. Observa cómo tus hombros reaccionan ante diferentes personas o en diferentes situaciones. A veces, el simple hecho de abrir el eje horizontal puede ayudarte a sentirte más relajado y confiado.»
«Recuerda que tus ejes corporales no solo te mantienen en equilibrio, sino que también son una herramienta de intuición. Observa cómo cambian tus ejes en tus interacciones, y verás que tu cuerpo te da señales sobre la seguridad, apertura y límites en cada situación. ¡Ponlo en práctica y cuéntame cómo te va!»
Beatriz Gomáriz para Busco un Cambio
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