Mucha gente dice que nunca miente, pero eso es mentira, te pondré varios ejemplos, Los reyes magos, el ratoncito Pérez, pero esto va mucho más allá, cuando una amiga nos pregunta si está gorda, o cuando nos regalan algo que no nos gusta y decimos que si que nos gusta. Todos mentimos, y lo hacemos para sobrevivir socialmente, y la parte del cerebro que se ocupa de elaborar estas mentiras es el neocórtex, la parte más evolucionada del cerebro que se encarga de razonar, almacenar información y tomar decisiones.
Sin embargo hay otra parte del cerebro que nunca miente, y esta parte es el cerebro límbico, que es la sede del sistema nervioso autónomo, este sistema tiene 3 respuestas ante un peligro: paralización, lucha y huída. Los primeros hombres necesitaban estas respuestas para sobrevivir, para no ser devorados por otros animales, actualmente ya no corremos estos peligros pero el sistema no lo entiende, entonces se sobrecarga de energía para defenderse, pero quizás no es muy adecuado que cuando tu jefe te eche la bronca te defiendas, así que necesitas liberar toda esa energía del cuerpo con apaciguadores.
Los apaciguadores son formas de liberar el stress, esa energía, mediante, gestos, movimientos, silbar, etc.
Rascarse la cabeza, colocarse la ropa, balancearse, apretar los puños, frotarse continuamente las manos, son señales evidentes de que nuestro sistema se ha sobrecargado, es decir que ha percibido un peligro inconsciente y por tanto: NO NOS SENTIMOS SEGUROS.
Gran parte de la falta de seguridad en nosotros mismos, tiene sus raíces en el cuerpo.
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Por Beatriz Gomáriz para Busco un cambio